A una hora de Barcelona y a tan solo 40 km de Francia, en el corazón de la Costa Brava, descubrimos la cautivadora ciudad de Roses. Este bonito rincón del Mediterráneo es uno de los lugares de vacaciones más destacados de la zona gracias a su combinación de ocio, playa y cultura.
Con una larga tradición marinera y dos puertos pesqueros, en Roses se respira un ambiente relajado donde los barcos son protagonistas deslizándose sobre el mar azul. Con sus grandes playas de arena y sus aguas tranquilas es una ciudad perfecta para realizar actividades náuticas como el buceo o el snorkel. Los que prefieren montar sobre las olas a contemplar el fondo marino, encontrarán su lugar en las playas de l’Almadrava o las calas de Joncols y Montjoi, todas ellas ideales para hacer windsurf, kitesurf o esquí acuático.
El centro histórico de Roses merece una visita sin prisas. Sus estrechas callejuelas se ven animadas por tiendas de artesanía y restaurantes tradicionales. Durante nuestro paseo podremos contemplar edificios emblemáticos como la Iglesia de Santa María o la modernista Casa Mallol. En la plaza de la Pau encontramos un refugio antiaéreo y si queremos retroceder más en el tiempo, podemos visitar el recinto de la Ciudadela, que desde 1961 es patrimonio histórico-artístico y conserva restos de diferentes épocas. Roses también posee un conjunto megalítico, un castro visigótico y un castillo del s. X, el Castillo de Bufalaranya, que aunque no está muy bien conservado, supone una visita muy interesante.
Los amantes de la naturaleza y el senderismo, no pueden perderse el Parque Natural del Cap de Creus y el del Aiguamolls del Empordà. Y si queremos conocer un poco mejor esta zona de la Costa Brava, podemos hacer una excursión a Cadaqués o a Figueres.
Son 20.000 los habitantes que residen en Roses y reciben cada año a unos 70.000 turistas llegados desde diferentes rincones del mundo, atraídos por sus espectaculares playas y su rico legado histórico. Rosas es un destino de vacaciones perfecto tanto para adultos como para niños.
Roses: sus 2 km de extensión se dividen en tres zonas: playa Nova, playa Rastrell y playa Salata. Todas ellas son playas de arena fina, con aguas de poca profundidad y que por su carácter urbano cuentan con una amplia variedad de servicios, por lo que son ideales para ir con niños.
Canyelles Petites y Canyelles Grosses: estas dos playas semiurbanas se encuentran cerca del Cap de Creus y poseen una suave arena tostada. Son perfectas para disfrutar del contraste de mar y montaña.
Rostella: sus aguas transparentes donde se confunden los tonos verdes y azules y su exuberancia natural prácticamente virgen, hacen que esta cala sea una auténtica obra de arte de la naturaleza.
Canadell: en el Cabo de Norfeu encontramos esta recóndita cala que destaca por su entorno virgen donde podemos disfrutar del silencio y la tranquilidad.
Montjoi: esta cala es muy conocida gracias a que en este maravilloso paraje estuvo durante muchos años el conocido restaurante El Bulli de Ferrán Adrià. Sus aguas de un azul turquesa profundo y su fina arena forman un paisaje idílico para pasar las vacaciones.
Jóncols: una pequeña cala resguardada y tranquila con un fondo marino que sorprende con sus rocas, arrecifes y una gran variedad de especies marinas. Es todo un oasis para los apasionados del buceo y del submarinismo.
Roses es un pueblo que conserva su tradición arquitectónica y donde encontraremos fantásticas villas de vacaciones y chalets independientes. En nuestra web te ofrecemos una gran selección de villas baratas en Roses donde disfrutar plenamente con toda la familia o con amigos.
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