Para muchos, la Navidad es la festividad más esperada del año y los mercadillos navideños son la mejor opción para conocer las diversas propuestas decorativas, gastronómicas y artesanales pero, si quieres dejarte llevar por el espíritu, en los mejores mercados navideños de Cataluña te lo vas a pasar en grande.
En este sentido, hay que destacar que en esta comunidad autónoma estas fechas se viven con especial ilusión y dos de los grandes protagonistas son el cagatió y el caganer; el primero es un tronco que “caga” los regalos de los niños en Navidad mientras que el segundo es uno de los grandes personajes de cualquier Belén.
A continuación, en Tripkay vamos a explicar cuáles son los principales mercados:
- Mercado de Vic: es conocido por ser uno de los mercados más llamativos de Cataluña, ya que durante estos días la ciudad se transforma en un pueblo medieval en el que los expositores se reparten a lo largo del casco histórico con una diversa oferta comercial que incluye alimentos, accesorios y joyería, entre otros. El también conocido como mercado medieval brinda la oportunidad a los asistentes de comer y beber en múltiples tabernas que ofrecen productos locales y de elaboración artesanal, como su cerveza, vino y pastelería. Además, una obra de teatro se encarga de entretener a los asistentes haciendo una representación de algún momento histórico, mientras que en las calles hay música, bailes y representaciones de oficios medievales, en los que se puede ver a auténticos maestros artesanos haciendo demostraciones de su trabajo.
- Feria del pesebre de Olot: los fanáticos de los pesebres tienen en Olot su capital oficial. Allí, cada año se lleva a cabo un mercadillo navideño creado exclusivamente para la venta de figuras tradicionales, pero lo más llamativo es su Muestra de pesebres, que invita a los visitantes a pasearse por diversos espacios de la ciudad para ver algunas de estas representaciones. Además, aprovechando la estancia, se puede conocer el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrocha.
- Mercado navideño de Valls: se hace anualmente en el centro de Valls y es una feria de aves, complementada con muestras de vinos y cavas, figuras de pesebre, objetos decorativos y, por supuesto, árboles de Navidad. Es uno de los mercadillos navideños de Cataluña más tradicionales y le permite a los visitantes no solo ver y comprar los productos en exhibición, sino también conocer un poco mejor el centro de la capital de Alt Camp.
- Feria del abeto de Espinelves: en este pequeño pueblo de apenas 200 habitantes se lleva a cabo cada año la que es considerada la feria del abeto más importante de Cataluña. Aquí se pueden comprar abetos cultivados en la zona, pero también hay exposiciones, venta de productos artesanales y demostraciones en directo para que los visitantes puedan conocer los procesos de elaboración de algunos de los productos en venta. La visita a este mercado navideño se puede complementar con un paseo a la arboleda de Masjoan, la mayor concentración de árboles monumentales de toda Cataluña plantados hace más de un siglo.
- Mercado de Santa Llúcia: ubicado en Barcelona, la capital catalana, los registros históricos indican que se trata de la feria más antigua de Cataluña puesto que se lleva a cabo desde 1796. En ese entonces, el mercadillo navideño ya se organizaba de tal manera que la población podía tener una variada oferta de productos, incluyendo árboles. Hoy en día, la feria tiene casi 300 paradas organizadas por rubros y en las que se exhibe y vende todo lo necesario para hacer el pesebre. Su ubicación frente a la catedral hace que sea un mercado navideño muy llamativo para los turistas, quienes aprovechan la oportunidad para conocer este y otros importantes monumentos religiosos. Todos aquellos que se hospeden en Barcelona, además de este mercadito, también van a poder disfrutar de la gran oferta turística de la ciudad y visitar la Sagrada Familia, la Casa Batlló o pasar un día en PortAventura, entre otras muchas opciones.
- Feria del gallo del Penedès: es una de las ferias más antiguas de Cataluña y aunque en principio se trataba de un mercado de exhibición y venta de aves, con el paso del tiempo fue creciendo en importancia y diversidad. Hoy en día es uno de los mejores mercados navideños de Cataluña ya que, además de la venta de productos navideños, tiene una muestra de cocina de aves de corral en la que se combinan lo mejor de sus aves locales con sus productos agrícolas. Además, se hace una muestra de vinos negros con la denominación de origen de Penedès, lo que constituye una oportunidad única para los viajeros gastronómicos que quieren probar los sabores locales.
- Feria de Navidad de Caldes Montbui: este mercadillo de Navidad no solo tiene las paradas tradicionales para ver y comprar productos de la época, sino que además tiene un plus que difícilmente podrán igualar otros mercados navideños: la cata del caldo de Navidad. Se trata de todo un acontecimiento en el que unas 5000 personas tienen la oportunidad de probar este plato, elaborado con agua termal y cocido a la leña, por lo que muchos viajeros incluyen al mercadillo en su agenda para formar parte de este singular evento culinario.
