Los tres pueblos con más encanto de la Costa Brava

Esta semana queremos presentaros 3 de los pueblos con más encanto de la Costa Brava. Ojo, que hay muchísimos pueblos preciosos en la Costa Brava y que no debes dejar de visitar, como Lloret de Mar, Torroella de Montgrí, L’Estartit, L’Escala, Roses, Palamós… pero nuestra selección de hoy se centra estos tres preciosos pueblos que nos tienen el corazón robado.

 Primer pueblo con más encanto de la Costa Brava, Tossa de Mar

¿Por qué uno de los pueblos con más encanto de la Costa Brava? Su casco histórico está formado por callejuelas estrechas de casitas blancas y baldosas en el suelo. Y tiene un castillo encima de un monte desde el cual hay unes vistas espectaculares y está rodeado por murallas. ¿Os parece poco? Pues todavía hay más: tiene unes playas preciosas de agua cristalina de la que no vas a querer salir, porque desde dentro del agua de las playas de Tossa, si miras hacia el pueblo, tienes una pintoresca vista de postal.

Pueblos con más encanto de la Costa Brava

Tossa

 

Segundo pueblo con más encanto de la Costa Brava, Cadaqués

Cadaqués es un pueblo tan bonito que hasta en China han construido una réplica. Es mundialmente famoso porque el ilustre pintor Salvador Dalí lo habitó durante largas temporadas. De hecho, aquí se encuentra la Casa-Museo de Salvador Dalí. Aunque esta localidad sólo podría ser más bonita si Dalí, en lugar de habitarla, la hubiera pintado. ¿O acaso lo hizo? No hay dudas, es un pueblos con más encanto de la Costa Brava.

Pueblos con más encanto de la Costa Brava

Cadaqués

Tercer pueblo con más encanto de la Costa Brava, Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell es el pueblo donde a todos nos gustaría haber nacido, porque es visualmente perfecto. Es uno de los pocos pueblos de pescadores que todavía mantiene su magia. Pueblo pintoresco y encantador, con sus calles estrechas, encaladas, sus “voltes” ( arcos abovedados del S.XIX ) frente a las playas, y que antiguamente fueron cobijo de pescadores.
Aún hoy puede verse el trasiego de barcas y redes compartiendo las calas con los bañistas. Rodeado de verde, de roca y de agua de cristalina y formado por casitas típicas de pescadores, con grandes porches que dan al mar y barquitas aparcadas en la arena, es sin duda, la postal que nos gustaría ver cada día al despertar y cada atardecer antes de cerrar la puerta de nuestra casa.

Pueblos con más encanto de la Costa Brava

Calella de Palafrugell