Déjame contarte sobre un sitio que es una auténtica maravilla escondida en el Mediterráneo: el Espacio Natural de las Cuatro Calas en Águilas. Este lugar es una joyita protegida que se extiende a lo largo de 173 hectáreas, englobando las calas de Calarreona, la Higuerica, la Carolina, y los Cocedores, esta última ya pegando con Almería. Y para más inri, forma parte de la famosa Red Natura 2000 de Europa, que ya te dice que el sitio es especial.
Este espacio es una pasada por cómo el mar y el viento han esculpido los afloramientos volcánicos, creando un paisaje alucinante con formaciones geológicas que flipas, todas teñidas de un color amarillo que mola un montón.
Turismo activo en el Espacio Natural de las Cuatro Calas
Si lo tuyo es moverte y descubrir sitios guapos, en el Espacio Natural de las Cuatro Calas te vas a poner las botas. Hay un itinerario circular de unas 2 horas y media que arranca en Cala Calarreona y te lleva a través de la vegetación autóctona hasta otras playas de ensueño, pasando por el humedal de la Cañada Brusca. En el camino, te vas a encontrar con un montón de fósiles de vertebrados marinos, un pozo antiguo y las casas cuevas donde se trabajaba el esparto. Además, cerquita de las calas hay un saladar donde las aves marinas se lo pasan pipa.
Para 2023 y 2024, se han currado unas mejoras en los senderos y han añadido señalizaciones nuevas para que la experiencia sea aún más top. También han organizado actividades de concienciación sobre la importancia de preservar este entorno natural tan único.
Así que ya sabes, si te mola la idea de explorar playas de postal, descubrir paisajes volcánicos de otro planeta y, de paso, aprender un poco sobre la naturaleza y la historia local, el Espacio Natural de las Cuatro Calas es tu sitio. ¡Prepara la cámara, las zapatillas de trekking y lánzate a la aventura!
En el Espacio Natural de las Cuatro Calas se puede realizar un itinerario circular de 2h 30min que parte de Cala Calarreona atravesando la vegetación autóctona para llegar a otras playas, cruzando el humedal de la Cañada Brusca. Durante el sendero podremos ver gran cantidad de fósiles de vertebrados marinos, un antiguo pozo y las casas cuevas que eran los antiguos cocedores, donde se maceraba el esparto. Muy próximo a las calas hay un saladar con importantes comunidades de aves marinas.
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