Conil tiene una situación estratégica, es una de las puertas naturales de entrada desde el norte de África, lo que propició que éste ya fuera un puerto de vital importancia durante la época romana y visigoda, dando lugar a numerosas fortificaciones y torres de vigía a lo largo de sus costas com la Torre Guzman.
Entre los siglos XIII y XV las murallas integradas dentro de una red defensiva y comunicante con otras torres, protegían a la población del ataque de los musulmanes que acechaban las costa españolas.A los pies de la torre encontramos la Plaza de Santa Catalina que fue el antiguo centro neurálgico de la ciudad y testigo de los acontecimientos más importantes de Conil y que además alberga algunas joyas como la Iglesia de Santa Catalina, la Casa del Cabildo o la Ermita de Jesús.
Si te animas puedes subir a la torre desde donde se disfruta de una panorámica espectacular de todo el municipio y de la costa andaluza. Desde lo más alto, la imagen de un sinfín de casitas blancas encaladas en contraste con el cielo siempre azul de Conil, es una estampa que se te quedará grabada en la retina por mucho tiempo.
La luz aquí es increíble y, si como nosotros, tienes la suerte de poder disfrutar de la visita al atardecer, vas a disfrutar de una de las mejores puestas de sol que hayas visto.
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