El Casco antiguo de Benidorm es un lugar pintoresco y con mucho encanto. Es una auténtica sorpresa encontrar dentro de la ciudad de los rascacielos este lugar tranquilo, un bonito laberinto de calles estrechas, empinadas y empedradas.
Qué hacer en el Casco antiguo de Benidorm
Si decides acercarte hasta el Casco antiguo de Benidorm, tienes que callejear tranquilamente por el Paseo de la Alameda, la Calle Gambo y la Calle Mayor, todas ellas repletas de tiendas y terrazas, piérdete por sus calles sin rumbo e irás descubriendo preciosos rincones y edificios emblemáticos como la preciosa Iglesia de San Jaime del Siglo XVIII, con su sencilla fachada blanca y sus cúpulas cubiertas de azulejos azules.
Una visita obligada en el casco antiguo es el Mirador de Benidorm desde donde contemplar la grandeza del Mediterráneo. Está situado en un gran promontorio que se adentra al mar llamado Punta del Canfali y que separa las playas de Levante y Poniente, desde allí tendrás una de las panorámicas más bellas de la ciudad de Benidorm. A este lugar también lo llaman el Castillo, porque aquí estuvo situado el antiguo castillo de la ciudad del Siglo XIV, la antigua fortaleza que defendía a la ciudad de los ataques de piratas y corsarios, desafortunadamente ya solo quedan unos pequeños restos.
En esta zona de la ciudad encontrarás una increíble variedad de locales de restauración, restaurantes tradicionales, cocina internacional, cocina de autor, locales de fast food o de tapas, cocina para todos los gustos y todos los bolsillos.
El casco antiguo es la viva imagen de lo que fue antiguamente este pequeño pueblo de pescadores, tranquilo y sosegado, convertido hoy en ciudad de los rascacielos. Aquí todavía puede respirarse el auténtico ambiente de lo que fue la ciudad en sus inicios, antes de que llegara el boom turístico de los años 60, cuando en Benidorm tan solo vivían 6.000 habitantes que en su mayoría vivían de la pesca.
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